Autora:
Mª Emma Pombo Rabuñal
Categoría: Celador
La actuación del personal de un servicio de urgencias es clave para determinar la evolución de los enfermos con patología urgente que acuden a un hospital.
Cada profesional, ya sea médico, enfermera, auxiliar de Enfermería, administrativo o celador, son necesarios y primordiales para una actuación eficaz y rápida ante cualquier emergencia. Por ello, es indispensable unificar criterios para favorecer el aprendizaje, agilizar la estancia del enfermo en urgencias, evitar olvidos, es decir, llevar a cabo un protocolo de actuación, donde todos los profesionales hacen equipo.
Reconocer la diferencia entre una emergencia y una urgencia puede ser un poco confusa para los pacientes, porque ambos términos implican que hay una necesidad médica que debe resolverse rápidamente. Sin embargo, existen diferencias entre ambas.
Ahora vamos a diferenciar ambos conceptos.
La principal diferencia entre emergencia y urgencia es que, en situaciones de EMERGENCIA, existe una amenaza inmediata para la vida y la salud, mientras que una URGENCIA, no existe peligro o amenaza inmediata para el paciente, pero si no se atiende en un período de tiempo determinado, la situación puede convertirse en una situación de emergencia.
Así pues, una EMERGENCIA, correspondería a dos tipos de situaciones:
1ª- Situaciones de diagnóstico evidente que exigen una actuación inmediata para salvar la vida al enfermo. Ejemplos: Infarto, accidente cerebrovascular, dificultad para respirar, envenenamiento, huesos rotos, quemaduras, pérdida de consciencia, etc.
2ª- Situaciones o síndromes que pueden causar la muerte del paciente en poco tiempo si no se comienza con un tratamiento rápidamente.
Todo aquello no considerada emergencia, lo llamaremos URGENCIA.
Así que hablaremos de URGENCIA ante cinco situaciones:
1ª- Situaciones sin riesgo vital inmediato, pero sí en un período de tiempo corto si no se diagnostican y tratan precozmente. Un ejemplo sería Apendicitis.
2ª- Situaciones son riesgo vital en un plazo breve, pero que necesita de un diagnóstico precoz de la perspectiva epidemiológica para evitar la propagación de la enfermedad a la comunidad. Ejemplo: meningitis, tuberculosis activa…
3ª- Situaciones banales en las que el médico debe actuar inmediatamente para tranquilizar al enfermo explicándole que los síntomas carecen de importancia.
4ª- Urgencias sociales, actuar ante situaciones “no médicas” por la falta de asistencia social, es decir la falta de asistencia social provoca un riesgo de vulnerabilidad o desprotección social que afecta a la cobertura de las necesidades básicas de una persona o grupo de personas.
5ª- Urgencias por deficiente asistencia extra hospitalaria, es decir, por una inadecuada estructura sanitaria a nivel de atención primaria como hospitalaria.