Índice
1ª Autora: María Consuelo Vázquez Gómez
2ª Autora: María Isabel Álvarez Dos Santos
3ª Autora: María Dolores Cabeza Vega
Introducción
Son lesiones de la piel que se originan cuando existe una presión mantenida sobre un plano o prominencia ósea. Cursan con una degeneración rápida de los tejidos, por disminución de oxígeno en la zona afectada como resultado de un deficiente riego sanguíneo. Las úlceras por presión aparecen en zonas con escaso tejido subcutáneo o donde existen prominencias óseas en contacto con el colchón o cualquier superficie dura (silla de ruedas).
Se las considera incluidas en el concepto “heridas crónicas” (en el que son las lesiones dominantes), junto a otras lesiones de la piel, como úlceras vasculares y cutáneas.
Constituyen un importante problema sociosanitario, que reduce considerablemente la calidad de vida del paciente, empeora su pronóstico, aumenta la estancia hospitalaria y ocasiona importantes costes al sistema de salud, tanto desde el punto de vista de los recursos humanos como de los materiales.
La incidencia de úlceras por presión es un indicador muy vinculado a la calidad de los cuidados de Enfermería, porque no se trata de una enfermedad, sino de un accidente asistencial que pone de manifiesto el fallo o fracaso del equipo que cuida al paciente. De ahí la importancia del TCAE ya que es la persona que está más en contacto con el paciente, al que le transfiere sus cuidados y la persona que tiene que dar aviso a Enfermería ante el menor asomo de estas.
Palabras clave:
Úlcera, presión, piel, Enfermería, factores, estadios.
Desarrollo / contenido
Existen una serie de factores que aumentan el riesgo de aparición de úlceras por presión. Estos factores se pueden clasificar en extrínsecos e intrínsecos. Los intrínsecos voy, simplemente, a nombrarlos ya que son inherentes al propio paciente.
Factores Intrínsecos
Edad, Inmovilidad, Incontinencia, Estado nutricional, Enfermedad
Los factores extrínsecos se deben a circunstancias ajenas al propio paciente, por lo tanto, nosotros como auxiliares de Enfermería deberemos de estar siempre alerta con el fin de prevenir la aparición de la úlcera por presión.
Factores Extrínsecos
Presión prolongada: Cuando la presión sobre un tejido es superior a la presión del flujo capilar – cosa que ocurre más frecuentemente en las zonas donde existen prominencias óseas-, ocurre un proceso en cascada que va desde la hipoxia hasta la muerte celular, necrosis y rotura del tejido. La presión prolongada es uno de los principales factores que intervienen en la formación de las úlceras.
Rozamiento: La fricción entre la piel y cualquier superficie como puede ser la ropa de cama, produce el deterioro del estrato granuloso de la piel y consecuentemente de las capas inferiores de esta. En el anciano, el estrato granuloso suele ser más delgado.
Efecto cizalla: Se produce por fuerzas tangenciales cuando la piel permanece fija y el esqueleto se desplaza. Esta situación se produce frecuentemente cuando el cabecero de la cama está elevado y el paciente se desliza por efecto de su peso.
Piel húmeda: El estado de la piel, en cuanto a la humedad, es muy importante, ya que el paciente por sus circunstancias facilita que su piel, pueda estar en contacto con la orina, el sudor, las heces… La piel húmeda es más vulnerable a la fricción y a la presión, además el contacto con la orina y las heces incrementan la permeabilidad y facilitan las infecciones.
Fases en la formación de las úlceras por presión:
Según el grado de la afectación de la piel y de los tejidos subyacentes existen varios grados o estadios en las úlceras por presión. Estos son: I, II, III y IV.
– Estadio I. Son aquellas situaciones en las que la piel aparece rosada o enrojecida (eritema). El enrojecimiento no desaparece al retirar la presión que se ejerce sobre la zona. La piel se encuentra íntegra.
– Estadio II. En este estadio la piel se encuentra agrietada o aparecen vesículas. Se encuentra afectada la epidermis y la dermis.
– Estadio III. Pérdida de continuidad de la piel, con la aparición o no de necrosis del tejido celular subcutáneo. Aparece exudado y si hay necrosis puede aparecer una costra de color negro denominada escara.
– Estadio IV. La piel presenta una úlcera necrótica extensa con afectación del tejido muscular, hueso y, a veces, vasos y nervios. Aparece exudado abundante en este estadio.
Además de conocer las fases deberemos tener en cuenta los lugares donde, ante determinadas posiciones corporales, tienden a formarse las úlceras por presión. De esta manera, estando el paciente en decúbito supino las zonas más afectadas van a ser la cabeza, el omóplato, los codos, el sacro y los talones. Si la posición es en decúbito lateral las zonas más afectadas van a ser oreja, acromion, costillas, trocánter, cóndilos y maléolos.
También contamos con una serie de métodos de valoración de la aparición de úlceras por presión. Una de las más utilizadas es la de Norton donde los factores a tener en cuenta van a ser cinco: Estado físico, estado mental, movilidad, actividad e incontinencia.
Conclusión
El buen trabajo del TCAE con el paciente va a ser fundamental a la hora de prevenir las úlceras por presión. Una diaria correcta higiene, manteniendo la piel hidratada y observando, minuciosamente, los puntos de apoyo donde existen prominencias óseas. En caso necesario se colocarán protecciones o apósitos protectores en los puntos de mayor riesgo. La ropa de cama siempre limpia y libre de sudor, secreciones y heces.
Los cambios posturales para aliviar la presión serán fundamentales así que deberemos llevar un control exhaustivo, respetando siempre una postura anatómica correcta, el alineamiento corporal y el reparto por igual del peso del cuerpo.
El mismo cuidado deberemos tener ante la incontinencia urinaria y fecal utilizando los medios necesarios para minimizar el riesgo relacionado con ello. También podemos enseñar al paciente a reeducar los esfínteres.
Bibliografía
– Técnicas Básicas de Enfermería de EDITEX.
– Auxiliar de Enfermería de Mc Graw Hill Education.
– Ebep – Ley 7/2007, de 12 de abril, del Estatuto Básico del Empleado Público.
– Estatuto del Personal Sanitario no facultativo de la Seguridad Social, de 26 de abril de 1973.