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Autora: Lorena Álvarez Guerrero
Objetivos
El virus SARS-CoV-2 es el causante de la enfermedad infecciosa COVID-19, predominantemente respiratoria, cuya transmisión se produce por contacto con las secreciones respiratorias de una persona contagiada o enferma. Presenta un alto índice de contagio y se ha demostrado que, para prevenirlo y evitar así su propagación, es necesario un aislamiento social.
Tal y como ha alertado la Organización Mundial de la Salud, muchas de las personas que han padecido la enfermedad experimentan efectos secundarios a largo plazo, que pueden resultar graves en algunas ocasiones. Por ello, el objetivo del presente estudio es identificar los distintos signos y síntomas que produce el virus SARS-CoV-2 y analizar los efectos secundarios derivados de la enfermedad, especialmente aquellos que persisten a largo plazo.
Metodología
Revisión bibliográfica de publicaciones registradas en distintas bases de datos (Google Académico, PubMed), libros y revistas, seleccionando aquellos artículos científicos relacionados con el virus SARS-CoV-2 y sus efectos secundarios, publicados en inglés y español, para el periodo 2019-2020.
Resultados
Entre los signos y síntomas más comunes que produce el virus SARS-CoV-2, cabe mencionar la fatiga, la falta de aire al respirar, la tos, el dolor en las articulaciones y el dolor en el tórax. Otros signos y síntomas que pueden ocurrir a largo plazo son: dolores musculares o cefalea, palpitaciones, pérdida del olfato y/o del gusto, problemas de memoria y de concentración, dificultad para dormir, erupciones cutáneas y pérdida del cabello. Aunque la COVID-19 se considera una enfermedad que primariamente afecta los pulmones, también puede dañar a muchos otros órganos. Los que más frecuentemente se ven afectados, además de los pulmones, son el corazón y el cerebro.
Asimismo, también pueden producirse problemas en los vasos sanguíneos, y problemas de estado de ánimo y de fatiga. En la mayoría de los casos, los signos y síntomas desarrollados por la enfermedad son leves; no obstante, existen otros casos en los que el virus provoca graves secuelas que, a menudo, precisan de asistencia médica continuada.
Conclusiones
En la mayoría de los casos, los signos y síntomas desarrollados por la enfermedad COVID-19 son leves; no obstante, existen otros casos en los que el virus provoca secuelas graves en las personas que lo han padecido, precisando estas de asistencia médica continuada. Por ello, para evitar el virus y, por consiguiente, sus posibles efectos secundarios a largo plazo, resulta imprescindible reducir las relaciones sociales, el uso de mascarilla, mantener una distancia interpersonal mínima de dos metros y realizar una adecuada higiene de manos.