Autora:
Diana Malgorzata Piec Gogola. Ayudante de Servicio
Los factores de riesgo laboral siguen estando a la orden del día. En el sector de la restauración colectiva los riesgos laborales afectan a los trabajadores de manera directa y de manera indirecta a los propios clientes. Los objetivos de la prevención de riesgos laborales se centran en eliminar o reducir los accidentes de trabajo, evitando así daños a la salud y disminuyendo la aparición de enfermedades profesionales. Desde la introducción de la ley de la Prevención de Riesgos Laborales en el año 1995 se está avanzando en la mejora de las condiciones de trabajo a todos los niveles, sobre todo en la formación y en la información a los trabajadores.
Unos de los riesgos físicos más frecuentes en la cocina son caídas y golpes. Las caídas pueden ser al mismo nivel o a distinto nivel. Todos ellos se asocian con los desplazamientos que un trabajador debe realizar en su centro de trabajo a lo largo de su jornada laboral. Se pueden producir por diversos factores como, por ejemplo: suelos mojados, presencia de aceites, restos de alimentos caídos en el suelo, falta de iluminación, presencia de obstáculos o transporte de cargas pesadas o que dificultan la movilidad. Por lo que es importante mantener ordenado y limpio el suelo para así evitar un accidente.
Para poder prevenir todas estas caídas son recomendables las rejillas para la evacuación de los líquidos y grasas y sobre todo muy importante que el trabajador utilice un calzado de seguridad, cerrado y con suela antideslizante. Es recomendable señalizar las zonas ´húmedas después de realizar las tareas de limpieza. El suelo debe de estar muy limpio, libre de líquidos.
Otro de los riesgos físicos es contacto eléctrico. La electricidad es una de las grandes fuentes de energías utilizadas en una cocina de restauración colectiva. Entre las lesiones más comunes en un accidente eléctrico están las quemaduras, pero el riesgo de sufrir lesiones tan serias como una parada respiratoria, fibrilación ventricular, anulación de la capacidad muscular o asfixias son motivos para tomar muy en serio todas las medidas de prevención.
Entre las medidas preventivas más importantes encontramos el uso de aislantes de equipos eléctricos, utilizados para la protección de agentes externos tanto del propio equipo como de la persona.
Trabajo en la cocina conlleva consigo que la posibilidad de sufrir un corte se convierte en un riesgo físico habitual. Uno de los mayores factores de riesgo de un cocinero en el día a día son los cortes. Su seguridad dependerá del buen uso de los utensilios y equipos, tales como cuchillos, maquinas loncheadoras o saber elegir la herramienta de corte adecuada. Los cuchillos deben de estar bien afilados manteniendo a su vez la correcta posición de manos y dedos, usar guante si es necesario.
Cabe destacar otras causas de lesiones físicas en la cocina como, por ejemplo: quemaduras en la cocina provocadas por exposición al vapor, líquidos hirviendo, transporte de objetos calientes, quemaduras por contacto, llamas directas etc.
Solamente conociendo y asumiendo los riesgos en cada momento en cada puesto de trabajo podremos reducir el índice de peligro.
Todas las empresas son responsables de proporcionar al trabajador los equipos necesarios, adaptados a las tareas que realizan los trabajadores. Sin embargo, los trabajadores tienen la responsabilidad de velar por su salud y la de sus compañeros utilizando los equipos de protección individual y respetando las normas de uso.
Bibliografía
Pinche: Servicio de Salud del Principado de Asturias SESPA
TEMARIO Y TEST ESPECÍFICO
Estatuto del Personal No sanitario