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Autores:
Marcos Noval Fernández 1 y Sandra Fernández Sampedro 2 Electricista 1, Enfermera 2.
La rápida actuación ante un accidente puede salvar la vida de una persona o evitar el empeoramiento de las posibles lesiones que padezca es imprescindible. Es decir, la situación en la que la falta de asistencia médica producirá la muerte del accidentado en muy pocos minutos.
En cualquier accidente debemos ACTIVAR EL SISTEMA DE EMERGENCIA. Recordaremos la palabra P.A.S., que está formada por las iniciales de tres actuaciones secuenciales para empezar a atender al accidentado:
P de Proteger.
Antes de actuar, hemos de tener la seguridad de que tanto el accidentado como nosotros mismos estamos fuera de topo peligro. Por ejemplo, no atenderemos a un electrocutado sin antes desconectar la corriente causante del accidente, pues de lo contrario nos accidentaríamos nosotros también.
A de Avisar.
Siempre que sea posible daremos aviso y así activaremos el Sistema de Emergencia, para inmediatamente empezar a socorrer en espera de ayuda.
S de Socorrer.
Una vez hemos protegido y avisado, procederemos a actuar sobre el accidentado, efectuando la Evaluación Primaria o lo que es lo mismo, reconociendo sus signos vitales: Consciencia, respiración y pulso. Siempre en este orden. Una vez se compruebe la presencia de consciencia o de respiración se iniciará la Evaluación Secundaria (el reconocimiento de sus signos no vitales)
Consciencia
Para saber si un accidentado está consciente le preguntaremos qué le ha pasado.
- Si CONTESTA: descartaremos la existencia de paro respiratorio.
- Si NO CONTESTA: Entonces tendremos que provocarle el estímulo doloroso, mediante un pellizco para observar sus reacciones (gemidos, apertura de ojos, movimientos de cabeza, etc.). Si no existe ningún tipo de reacción significa que el estado de inconsciencia está declarado, por lo que inmediatamente y, en lo posible, SIN TOCARLO (pues puede ser un paciente traumático y existir lesiones óseas que agraven su estado) COMPROBAREMOS SU RESPIRACIÓN.
Respiración
Teniendo al accidentado inconsciente, existen dos posibilidades: que RESPIRE o que NO RESPIRE.
Para comprobar la presencia de la respiración en un accidentado, se debe utilizar la vista, el oído y el tacto, para ello acercará su propia mejilla o el dorso de la mano a la boca-nariz del accidentado y, mirando hacia el pecho, podrá observar el movimiento torácico o abdominal, escuchar la salida de aire y notar en su mejilla el calor del aire exhalado.
Si Respira: No hará falta seguir explorando sus signos vitales ya que el corazón funciona seguro. En este momento se inicia la Evaluación Secundaria, siendo el procedimiento a seguir el control de las hemorragias, el tratamiento de las heridas y la inmovilización de fracturas y, siempre que no sea traumático, el de colocarlo en una posición de seguridad para prevenir posibles consecuencias de un vómito (broncoaspiración) y la caída de la lengua hacia la faringe. Esta posición es la denominada en el argot del socorrismo como P.L.S., que significa: Posición Lateral de Seguridad.
No respira: Si al acercar nuestra mejilla o el dorso de nuestra mano a su boca, comprobaremos que NO RESPIRA, en seguida y sin perder tiempo colocaremos al accidentado, sea traumático o no, en posición de decúbito supino (estirado mirando hacia arriba) pero respetando la alineación del eje cervical.
Después de explorar su boca para comprobar la existencia de cuerpos extraños (dientes desprendidos, chicles…), procederemos a abrir las vías aéreas, mediante una hiperextensión del cuello, mediante la maniobra de frente-mentón, evitando que la lengua obstruya la vía de entrada de aire. En ocasiones, con esta simple maniobra, el paciente vuelve a respirar.
En caso contrario, el paro es evidente, por lo que deberemos suplir la función ausente mediante la respiración artificial método boca-boca.
Pulso
Cuando el paro respiratorio está instaurado y ya hemos procedido a iniciar el boca-boca, es necesario comprobar el funcionamiento cardíaco mediante la toma del pulso carotídeo (cuello), por ser éste el más próximo al corazón y el de más fácil localización.
Caso de existir pulso seguiremos efectuando la respiración artificial, pero en el momento en que desaparezca este pulso deberemos iniciar sin demora el masaje cardiaco externo.
Asistencia accidente eléctrico
La asistencia inmediata del quemado es muy similar a la de cualquier accidentado con la peculiaridad de que lo primero que se debe hacer, sin olvidar nuestra propia seguridad, es parar el proceso de la quemadura; es decir, eliminar la causa.
La pauta de actuación en el caso de accidente eléctrico será:
- Cortar la corriente, en condicione seguras, no sin antes prever la caída del sujeto.
- Iniciar la evaluación primaria y en caso de parada cardio-respiratoria, iniciar el soporte vital básico.
- Buscar otras posibles lesiones como hemorragias shock, fracturas. Se tratará siempre primero la lesión más grave.
- Poner sobre las quemaduras un apósito limpio y estéril.
- Evacuar, bajo vigilancia médica y de forma urgente, al trabajador que haya sufrido una descarga eléctrica, incluso si no presenta trastornos.