Autora: Noelia Pérez Gutiérrez
Introducción
La orina es un líquido en tono amarillento, el cual es producido por nuestro riñón. A través de ella, todos los residuos que nuestro organismo no tolera, son eliminados y expulsados al exterior.
Desarrollo
El color de la orina puede tener variaciones según las cantidades que ingerimos de agua, si suministramos poca agua a nuestro organismo, la orina que producimos, es más bien parecida a un color ámbar, y al contrario, el exceso de agua, hace que nuestra orina sea mucho más líquida y transparente.
Un análisis de orina, nos permite examinar su contenido y su aspecto. Debido a la facilidad de recogida, y a la rapidez de la prueba, es un análisis muy usual para los laboratorios.
Un mal resultado del análisis, nos revela automáticamente que hay enfermedad, o alguna infección.
Al chequear la orina, podemos observar el cambio de color, su pH alterado, una alta concentración de bacterias y gérmenes. Con estos datos ya nos está indicando que algún problema nos ronda en el organismo.
El análisis de orina debe ser hecho correctamente, la recogida debe ser a primera hora de la mañana. Una orina recién expulsada, la primera que emite nuestro cuerpo dejando el primer chorro del principio, y esperando unos segundos para empezar a llenar el bote de plástico, el cual compraremos en una farmacia, o los mismos sanitarios nos la proporcionarán.
La cantidad que se necesita es muy poca, no hace falta el llenado del bote.
Si no se entrega con rapidez o se retrasa, el análisis debe ser refrigerado para que no se produzcan alteraciones en los resultados y tengamos que repetir la prueba.
La orina tendrá que ser lo más fresca posible para, a la hora de realizar el diagnóstico no salga nula.
El problema más alarmante de los pacientes es cuando, al expulsar la orina, observan la presencia de sangre, tomando un color rojizo, lo cual asusta mucho, porque no se sabe muy bien la procedencia. Necesitamos hacer un diagnóstico para averiguar de dónde viene el problema, si existe alguna hemorragia, o bien es debido a ciertos alimentos o tratamientos farmacéuticos que pueden teñir nuestra orina, y no tiene ninguna importancia en nuestra salud.
La prueba más importante y repetitiva que se hace con la orina, es para confirmar un embarazo. Es muy fiable, este análisis mide la hormona hCG, llamada la hormona del embarazo.
Hay varios métodos que podemos hacer nosotros mismos, sin necesidad de llevarlo al laboratorio.
Vertemos en un bote de plástico la orina, y al introducir la tira absorbente, éste cambia de color, y ahí nos basamos en un resultado positivo o negativo.
Es un método muy económico, pero no es el más utilizado en estos tiempos. El test digital es el método más exitoso, incluso nos lleva a indicar la semana de embarazo.
Conclusión
En todas las pruebas de embarazo, el análisis de orina, nos detecta la hormona hCG, sólo la crea la mujer embarazada.
Bibliografía
www.geosalud.com
www.mayoclinic.org