Índice
Autora: Laura Lizcano Barreira. Categoría: Celadora

Introducción
La pérdida de fuerza o parálisis en una parte del cuerpo, que es una de las manifestaciones más conocidas del ictus, puede alterar la capacidad de moverse del paciente. En función de la zona afectada del cerebro, también puede producir falta de coordinación o pérdida del control del movimiento.
Desarrollo
Se detallan a continuación, las posturas correctas de los pacientes durante el periodo de inmovilización en cama.
Acostado sobre la espalda
• Brazo afectado estirado a lo largo del cuerpo sobre una almohada, palma de la mano hacia abajo y dedos extendidos.
• Evitar que el pie afectado rote hacia afuera.
• Angulo en el tobillo de 90º.
Acostado de lado sobre la parte sana
• Cabeza ligeramente inclinada hacia adelante sobre la almohada.
• El tronco debe quedar bien alineado, formando un ángulo recto sobre la superficie de la cama.
• El brazo afectado debe colocarse extendido hacia adelante sobre una almohada, codo flexionado y mano hacia abajo con los dedos extendidos.
• Brazo sano donde resulte más cómodo. La pierna sana, plana sobre la cama, con la cadera un poco extendida y con una ligera flexión de rodilla.
• Pierna afectada apoyada sobre almohada. Pie completamente apoyado sobre ella sin colgar. Cadera y rodilla con algunos grados de flexión.
Acostado de lado sobre parte paralizada posición más importante
• Cabeza alineada con el tronco.
• Almohada a la espalda para evitar que gire.
• Brazo afectado extendido con palma hacia arriba.
• Colocación del hombro afectado; poner una de nuestras manos debajo del hombro y de la escápula y tiraremos de ellos hacia adelante.
• Pierna afectada extendida a nivel de cadera y ligeramente flexionada en la rodilla.
• Pierna sana adelantada sobre una almohada, con flexión de pierna y rodilla
Colocación correcta en silla
• Caderas, rodillas y tobillos deben estar en ángulo recto, con el paciente bien apoyado en el respaldo.
• Cabeza y tronco estarán bien alineados, con el peso repartido sobre ambas nalgas.
• El brazo afectado debe colocarse sobre un reposabrazos para evitar que se descuelgue.
Conclusiones
El ictus afecta al paciente, pero sus consecuencias van mucho más allá, extendiéndose a la familia y al entorno más cercano de la persona que lo ha padecido. El cuidador, en concreto, debe afrontar una situación nueva por lo que es muy importante que conozca con detalle las posturas correctas del paciente para evitar agravar los daños producidos por la enfermedad.