Índice
- 1 Introducción
- 2 Metodología
- 3 Desarrollo
- 3.1 Emplear adecuadamente los equipos de trabajo disponibles
- 3.2 Posturas forzadas durante la utilización de la lavadora o secadora
- 3.3 Posturas forzadas durante la utilización de la plancha
- 3.4 Posturas forzadas al coger, doblar y colocar la ropa
- 3.5 Manipulación de cajas, sacos de ropa, bolsas o garrafas de detergente, etc.
- 3.6 Empuje y arrastre de carros
- 4 Conclusión
Silvia Galván Martínez. Personal no sanitario.
Sandra Guirado Arjona. Personal no sanitario.
Laura Crespo Fernández. Personal no sanitario.
Introducción
Las tareas realizadas en los puestos de lavandería pueden suponer un riesgo de trastornos musculoesqueléticos causados, principalmente, por las posturas forzadas al poner lavadoras o secadoras y durante la colocación de la ropa, por ejemplo; los movimientos repetitivos que implican las tareas de planchado y doblado de ropa; así como el manejo de elementos pesados y voluminosos.
Metodología
Se realizó una búsqueda bibliográfica de artículos científicos y webs informativas en diferentes bases de datos nacionales e internacionales como Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, Información pública del Gobierno Vasco, Revista Española de Nutrición Humana y Dietética, y Google Académico.
Los criterios de inclusión utilizados fueron artículos publicados en los últimos dos meses con enfoque informativo y utilizando en diferentes combinaciones con el operador booleano “and” las palabras clave “lavandería”, “planchado”, hospital”, “riesgos”, “medidas”, “ergonomía”, “lesión”, “prevención”.
Desarrollo
Emplear adecuadamente los equipos de trabajo disponibles
> Mantén los útiles de trabajo en buen estado a fin de reducir el nivel de fuerza necesario para su uso, como por ejemplo la suela de la plancha manual, etc.
> Utiliza los carritos de transporte cuando el peso o volumen a transportar sea elevado. Revisa periódicamente que las ruedas de los carros estén libres de hilos, pelusas, etc.
> Se recomienda usar ropa holgada y transpirable, que permita un movimiento libre. No lleves objetos punzantes en los bolsillos ni adornos. El calzado debe ser cerrado y sujetar firmemente el pie.
> Cuando sea necesario usar guantes, asegúrate que son de tu talla para tener un agarre óptimo y mayor confort.
Posturas forzadas durante la utilización de la lavadora o secadora
> Acerca los carros con la ropa a la puerta de la lavadora o secadora.
> Cuando la puerta quede por debajo de la altura de la cintura flexiona las rodillas, o ponte en cuclillas, y no dobles la espalda.
> Coge la ropa con ambas manos si es pesada o voluminosa.
> Para coger ropa del fondo del tambor, apóyate con una mano sobre la superficie del mismo para descansar el peso del cuerpo.
> Si es posible, utiliza los dispensadores automáticos para cargar el detergente y suavizante de la lavadora. Sino, intenta utilizar recipientes pequeños para minimizar el esfuerzo.
Posturas forzadas durante la utilización de la plancha
> Regula la altura de la mesa o tabla de planchado para que al planchar te quede aproximadamente al nivel del ombligo.
> Cambia de brazo durante el uso de la plancha manual.
> Desliza la plancha sobre la mesa de planchado evitando mantenerla levantada.
> Si es posible, utiliza una banqueta o reposapiés (de una altura de 15-22 cm) para apoyar un pie. De esta forma podrás descansar de forma alterna las piernas y además te ayudará a mantener la columna vertebral alineada.
> Utiliza un taburete o apoyamuslos cuando la tarea a realizar sea prolongada.
Posturas forzadas al coger, doblar y colocar la ropa
> Intenta no depositar la ropa a nivel del suelo para no tener que agacharte. Emplea una mesa o plataforma para apoyar las bolsas o sacos de ropa a una altura adecuada.
> Cuando tengas que coger ropa del fondo de jaulas o contenedores, abre las paredes laterales para acceder a su interior. Si no es posible, apoya el brazo en el borde del contenedor, coge la ropa y vuelve a la posición erguida haciendo fuerza con la mano apoyada.
> Si debes doblar la ropa manualmente, la altura de trabajo debería estar a nivel de los codos o ligeramente por debajo.
> Si vas a permanecer mucho tiempo de pie utiliza, cuando sea posible, una banqueta baja para apoyar de forma alternativa los pies. O bien una silla o taburete para descansar piernas y espalda.
> Si debes colocar la ropa en estantes o casilleros elevados utiliza un taburete o escalera. En los estantes bajos, flexiona las rodillas en lugar de doblar la espalda. La ropa más pesada debería intentar colocarse en los niveles intermedios (a una altura entre los codos y las rodillas).
> No amontones mucha ropa cuando debas transportarla manualmente, colócala en pilas más pequeñas para reducir el peso transportado.
Manipulación de cajas, sacos de ropa, bolsas o garrafas de detergente, etc.
> Ayúdate de carros o contenedores con ruedas para desplazar las cargas (sacos de ropa, garrafas de detergente…), acércalos previamente al objeto a manipular para disminuir el esfuerzo.
> Intenta manipular las cargas frontalmente y con ambas manos para repartir el peso entre los dos lados del cuerpo.
> Mantén la carga cerca del cuerpo y evita inclinar la espalda hacia un lado o girar el tronco durante su transporte. Si debes girar hazlo moviendo los pies.
> Coge el objeto por su asa o abarcándolo con toda la palma de la mano (agarre amplio), en lugar de sólo con los dedos (agarre en ‘pinza’ o en ‘gancho’). Intenta mantener las muñecas lo más rectas posible.
> Utiliza bolsas, sacos o contenedores pequeños para evitar manipular pesos excesivos, y no los llenes hasta arriba.
> Si el peso a manipular es muy elevado, pide ayuda a un/a compañero/a.
Empuje y arrastre de carros
> Siempre es preferible empujar una carga que arrastrarla (tirar de ella).
> Mueve los carros desde la empuñadura o apoyando las manos sobre una superficie estable que se encuentre a una altura cómoda.
> Colócate detrás del carro y cerca del mismo.
> Utiliza ambos brazos para empujar o tirar del carro.
> Si debes realizar fuerza: flexiona las rodillas un poco manteniendo la espalda recta y los músculos del abdomen contraídos.
> Aprovecha el peso del cuerpo.
Conclusión
Para prevenir molestias y lesiones en espalda, brazos o piernas es necesario seguir estas pautas siempre que sea posible.