Índice
Por: Manuel Rebollar Pérez
Introducción
El oxígeno medicinal es un elemento esencial en cualquier hospital. Sus principales características son el ser incoloro e inodoro, oxidante, combustible y no tóxico.
Este trabajo tiene como principal objetivo repasar todos los procedimientos que se deben llevar a cabo desde que se recibe la bala de oxígeno hasta que se instala.
Manejo de balas de oxígeno
El proveedor contratado, se encarga del transporte y entrega de los cilindros de oxígeno medicinal en el hospital, así́ como de recoger los vacíos y reponerlos. El medicamento recibido debe entregarse en el servicio farmacéutico, donde se realizan las correspondientes verificaciones. Si el medicamento cumple con todas las especificaciones administrativas, pasa a comprobarse las verificaciones de especificaciones técnicas.
Una vez se reciban los cilindros se comprueba que todos cumplan con el color de acuerdo con la normativa y al gas que contiene según la etiqueta de producto. Se debe comprobar que esta comprenda de manera legible:
- Nombre del gas y contenido de este
- Número de lote
- Fecha de vencimiento
- Número de registro sanitario
- Fecha de última prueba hidrostática
Cada bala cuenta con los sellos de seguridad en las válvulas y con las tapas protectoras aseguradas. Los cilindros deben encontrarse en buen estado sin abolladuras ni contaminación externa.
Una vez finalizada esta etapa de comprobaciones, los que cumplan todos los requisitos serán transportados hasta un área de almacenamiento y los que no serán devueltos al proveedor.
Para el transporte se deben usar elementos de protección (botas con punta de acero, guantes de cuero, gafas de protección…). Se debe transportar en las carretillas dispuestas para este fin y un cilindro por cada vez.
Los cilindros de oxígeno medicinal se deben almacenar en un lugar que cumpla con ciertas condiciones:
- Lugar ventilado y que cuente con equipo antiincendios
- Almacenarse en posición vertical y encadenados para minimizar riesgos de caída
- Colocarse lejos de fuentes de calor, aceites, alcoholes o cualquier material inflamable. Deben mantenerse alejados de instalaciones eléctricas puesto que, al ser de metal, resultan muy buenos conductores.
Se deben tener en cuenta varios aspectos a la hora del manejo de estas balas de oxígeno.
- Los cilindros vacíos y los llenos deben separarse. Pueden diferenciarse mediante pegatinas.
- Las válvulas deben tener su respectiva tapa protectora y nunca debe levantarse un cilindro por la misma. Cuando se abran deberán cerrarse rápidamente y al abrirlas nunca se puede colocar en frente de la salida del oxígeno ni dirigirla hacia otras personas.
- Los manómetros deben encontrarse calibrados e instalados
- Siempre que el cilindro no esté en uso deberá colocársele la tapa.
- Nunca colocar los cilindros en pasillos o áreas de trabajo donde pueden ser golpeados.
- Utilizar siempre el regulador adecuado para el gas que contiene el cilindro.
- Si un cilindro está defectuoso debe identificarse como tal para evitar el uso por el personal sanitario y minimizar riesgos.
- Nunca colgar herramientas, guantes, trajes… encima del cilindro ya que pueden dañar la válvula y obstaculizar el cierre de esta si hubiese una emergencia.
- Nunca engrasar o lubricar las válvulas con aceite o cualquier cosa que vaya a estar en contacto con el oxígeno.
- Nunca utilizar este oxígeno para trabajar con herramientas de aire, este debe usarse solo para los fines previstos.
Se debe realizar un mantenimiento general del oxígeno medicinal diariamente. Se debe comprobar la presión, que las válvulas abran y cierren correctamente, si existen filtraciones…
Conclusión
Las balas de oxígeno requieren un gran proceso de verificaciones antes de poder ser utilizadas puesto que si ocasionasen un accidente sería muy grave para la salud y además también requieren un mantenimiento continuo.
Bibliografía
- Estatuto del personal no sanitario. MINISTERIO DE TRABAJO ORDEN de 5 de julio de 1971)
- Manual de manejo y transporte de balas de oxígeno medicinal.