Índice
Autor: Laura Lizcano Barreira
Categoría: Celadora

Introducción
La higiene diaria es fundamental para evitar que la piel se lesione, disminuir el riesgo de infecciones (especialmente si existe incontinencia urinaria o fecal) y para que la persona afectada se sienta y se vea mejor.
Si la capacidad de movimiento de la persona está muy limitada y no es capaz de desplazarse, es mejor hacer el aseo en cama.
Es importante que el paciente participe en el aseo con la mano no afectada (cara y otras zonas del cuerpo). Se lavará con una esponja y jabón neutro, prestando especial atención al secado de pliegues de la piel, puesto que la humedad en esas zonas favorece el crecimiento de bacterias y hongos. Es importante no interrumpir el aseo y no dejar solo al paciente. Se realizará con agua templada y con la persona acostada sobre la espalda avanzando desde la cabeza hacia los pies. Para asear la espalda del paciente, se girará sobre el lado no afectado, procurando secar bien las partes mojadas. Es conveniente una correcta hidratación de la piel después del aseo.
Aseo en baño
Las primeras semanas se aconseja que el paciente esté acompañado, a medida que recupere fuerza y equilibrio, fomentaremos su autonomía, con una supervisión directa para aumentar la seguridad. Una silla cerca, a su altura, facilitará que pueda lavarse la cara, peinarse o afeitarse. Es preferible realizar el aseo en la ducha que en la bañera, con un asidero y una silla en la pared para evitar caídas. En ambos casos, ayuda la colocación en el suelo de una alfombra antideslizante. Comprobar siempre la temperatura del agua, para evitar quemaduras, sobre todo si el paciente tiene algún trastorno sensitivo que le impida notar la temperatura del agua.
Higiene Bucal
Es importante una buena higiene bucal. Al principio, el paladar y la encías se pueden limpiar con una gasa, con cuidado de no provocar nauseas. Los dientes se cepillarán después de cada comida, al igual que la lengua. El cepillado de dientes es más sencillo con un cepillo de dientes eléctrico.
Uso de inodoro
Al principio, y dependiendo de su estado, la persona afectada puede necesitar usar pañal. Ir al baño implica retirar la ropa, mantener la posición en el inodoro, limpiarse y volver a poner la ropa. Para realizarlo, pueden ser útiles las siguientes herramientas que facilitan los movimientos:
• Adaptaciones para los WCs que hacen que la altura del asiento sea mayor, de modo que resulte más sencillo sentarse, levantarse y realizar la higiene a la hora de ir al baño.
• Asidero de apoyo en el WC, para que el paciente pueda agarrarse para sentarse, levantarse y mantener la postura sentado de manera más segura.
• El papel higiénico, debe estar accesible desde la posición de sentado.