Índice
Primera Autora: María Consuelo Vázquez Gómez
Segunda Autora: María Isabel Álvarez Dos Santos
Tercera Autora: María Dolores Cabeza Vega
Introducción
En este trabajo vamos a enumerar los procedimientos y actividades que debemos llevar a cabo con este colectivo, adaptadas a sus necesidades y a la atención que precisan estos pacientes por sus peculiaridades.
Desarrollo
Procedimientos relacionados con la HIGIENE: En las personas de edad avanzada, el cuidado de la piel y el aspecto físico adquieren una especial importancia, por cuanto contribuyen a lograr el bienestar del anciano y favorecen su imagen personal.
Con la edad, disminuye la transpiración y la secreción a través de la piel, al tiempo que esta se encuentra menos hidratada. Por estos motivos, la piel de las personas ancianas ha de estar limpia, seca, protegida con cremas hidratantes y cubierta con ropas limpias y adecuadas. Si el paciente se encuentra encamado deberemos realizar los oportunos cambios posturales y observar las zonas de la piel en que se pueden producir úlceras por presión. Habrá que tener cuidados con la cuña, no dejarla mucho tiempo y vigilar para que, al ponerla o quitarla, no se produzcan heridas.
Evitar caídas, resbalones o mareos durante el aseo de los ancianos, cuidando las medidas de seguridad, especialmente si se van a bañar o a duchar. Deberemos hacer hincapié en el masaje de pies y el masaje de la espalda,
El masaje
En general, favorece el aumento de la circulación sanguínea, reduce las zonas edematosas, mejora la elasticidad corporal y contribuye a relajar a la persona. Estos efectos consiguen una sensación de bienestar en el paciente siempre que su técnica sea correcta y su uso no esté contraindicado. El masaje va a constituir una medida terapéutica importante para evitar las situaciones de inmovilidad y los problemas musculoesqueléticos. Debemos inspirar seguridad y estar tranquilas. Los masajes tienen propiedades antiálgicas, podría ser conveniente darlos tras el aseo o tras la toma de la medicación analgésica del anciano, si está indicada por el médico. Serán suficientes cinco minutos para realizar estas técnicas. Aprovecharemos estos momentos para charlar con el paciente, escucharle y conocerle mejor.
Higiene bucal
El cuidado de la boca es necesario para que el anciano conserve sus dientes sin caries ni sarro. Si la dentadura se encuentra en buen estado, podrá mantener sus hábitos alimentarios y se encontrará satisfecho con su imagen. El cepillado debe incluir los dientes, las encías, el paladar y la lengua.
Necesitaremos un cepillo dental suave, un vaso, una palangana si la limpieza se realiza en la cama, pasta dentífrica y una toalla.
Echaremos pasta dentífrica sobre el cepillo e iremos pasando por todas las superficies dentarias moviendo el cepillo, ya sea desde un lado de la boca hacia el lado opuesto -longitudinalmente- o desde las encías hacia la corona de los dientes. Se cepillan tanto la cara externa como la interna de dientes y muelas.
Cepillaremos con precaución el paladar y la lengua, evitando introducir mucho el cepillo para evitar provocar náuseas e, incluso el vómito.
Finalmente, pediremos al anciano que se enjuague la boca con agua corriente o con alguna solución dental específica.
Cuidado de la prótesis dental
Nos lavaremos las manos. Seguidamente le pediremos al anciano que se quite su prótesis dental (dentadura removible) o se la extraeremos nosotros si está incapacitado. Generalmente se coloca y se extrae primero la prótesis dental superior. La echaremos en un vaso con agua corriente. Cepillaremos la dentadura con pasta dentífrica.
Aclaramos con abundante agua y la depositamos en un vaso lleno de solución desinfectante. Animaremos al paciente para que se enjuague la boca antes de colocarle la prótesis o, mejor aún, que se cepille con pasta dental. Finalmente extraeremos la dentadura del vaso, aclararemos y le ayudaremos a colocársela.
Terminaremos SIEMPRE lavándonos las manos.
Conclusión
La HIGIENE del paciente debe tener para el TCAE una importancia enorme y más, si cabe, en el paciente geriátrico por cuanto contribuye a lograr el bienestar del anciano y favorece su imagen personal con lo que esto conlleva.
Bibliografía
– Estatuto del Personal Sanitario no facultativo de la Seguridad Social, de 26 de abril de 1973.
– EBEP, Estatuto Básico del Empleado Público, Ley 7/2007, de 12 de abril.
- Técnicas Básicas de Enfermería (Editex ).
- Auxiliar de Enfermería (Mc Graw Hill Education).
- Técnicas Básicas de Enfermería Smartbook.