Índice
Autoras:
Mª Isabel Orviz Rodríguez (TCAE)
Mª José Madrid Vega (TCAE)
Ana José García Borrego (TCAE)
Introducción
Aunque existen controversias sobre el origen de esta prenda, su utilidad como aislante del frio es inequívoca. En el caso de los guantes quirúrgicos, sí se conoce cómo surgió.
Los guantes de goma fina se utilizaron por primera vez en un hospital en 1889, de la mano de un famoso cirujano estadounidense, el Dr. William Halsted, del hospital John Hopkins de Baltimore. La innovación surgió a raíz del idilio entre el Dr. Halsted y su enfermera instrumentista, la señorita Caroline Hampton.
En aquella época, las manos del personal de quirófano se sometían a una desinfección con cloruro de mercurio, que dañaba seriamente la piel de la enfermera. Esto llevó al doctor a pedir a la empresa Goodyear Rubber Company la posibilidad de hacer unos guantes finos que pudieran ser esterilizados.
La empresa había desarrollado el proceso de vulcanización en 1884, método que permite la creación de gomas más ligeras y extensibles. Esto permitió que los guantes fueran ligeros y finos, como una segunda piel. Se podían esterilizar usando vapor, relegando al olvido los métodos anteriores.
Goodyear fue la empresa pionera en su fabricación. A finales del siglo XIX, su uso era obligatorio para todo el personal sanitario.
Actualmente, son barrera de primera línea en la relación médico-paciente, tanto en asepsia quirúrgica como en el resto de procesos realizados en el hospital: consultas de atención primaria, equipos de emergencias…
Objetivo
El objetivo primordial es evitar el contagio y la propagación de virus y bacterias en el ámbito hospitalario.
Metodología
Los guantes aíslan en los procesos de limpieza y desinfección del material quirúrgico y su posterior esterilización.
En la cocina, tanto en los cuartos de preparados vegetales, como en la sección de pescados o carnes, o la cocina propiamente dicha, donde se procede a la elaboración en horno, parrilla, sartén, etc., se cambian los guantes a menudo y, previo a ellos, el lavado de manos; en el emplatado, se suelen utilizar dos pares de guantes, unos de algodón y otros de látex para evitar accidentes por quemaduras del personal del departamento.
En las plantas, tanto el personal de Enfermería como el TCAE acostumbran a llevar varios pares de guantes para cambiarlos a menudo. La norma es: un paciente, un par de guantes, o más si es preciso. No se realizará ninguna actuación sin antes haber un lavado de manos y a continuación la colocación de guantes, bien de látex bien de nitrilo, dependiendo de la técnica que se haya de ejecutar.
Resultados y conclusiones
Con todas las medidas disponibles a nuestro alcance, logramos evitar que el paciente tenga regresiones y conseguimos que salga del hospital en un estado óptimo de salud y bienestar.
Bibliografía
- V.E. (2015, 9 julio). ¿Cómo nacieron los guantes quirúrgicos? Vygon España. https://campusvygon.com/ guantes-quirurgicos/
- Castro, I. C. (2017, 18 junio). La encantadora historia de los guantes quirúrgicos. Grandes Medios. https://grandesmedios.com/ historia-guantes-quirurgicos/