Autores:
Juan Carlos Corral Muga. Ayudante de Servicio / Lavandero / Planchador
Alonso Corral Muñoz. Ayudante de Servicio / Lavandero
Ana María Muñoz Mallada. Auxiliar Administrativo
Introducción
¡Ojalá pudiésemos comprar tiempo! Se puede ser rico en muchas cosas y muchas de ellas muy importantes, pero si tuviésemos que elegir una, tengo la certeza de que no nos equivocaríamos eligiendo el tiempo. El verdadero valor de las cosas es el tiempo que tenemos para disfrutarlas y desgraciadamente a veces no nos damos cuenta de ello hasta que nos quedamos sin él; tener tiempo te da la posibilidad de conseguir todo lo demás, si te quedas sin tiempo ni con todo el oro del mundo lo podrás comprar.
Entonces, si la verdadera riqueza se mide en tiempo, a partir de ahora deberíamos decir:
¡Vamos a ganar tiempo!
Y la mejor forma de hacerlo es aprendiendo a:
“Gestionar tu tiempo”
Objetivos
Debemos comprender que gestionar bien nuestros tiempos es fundamental si queremos llevar a cabo correctamente nuestra tarea laboral.
Metodología
Iremos desarrollando diferentes estrategias que nos ayudarán a gestionar de forma más eficiente nuestro tiempo.
Desarrollo
En muchas ocasiones nuestro tiempo se prolonga innecesariamente por falta de organización, cuando no gestionamos bien nuestro tiempo, sencillamente lo estamos perdiendo. Gestionar el tiempo quiere decir, administrarlo correctamente para que sea más eficiente y en consecuencia más productivo, ésto es fundamental si queremos que nuestro desempeño laboral también lo sea.
Aunque existen diferentes puntos de vista acerca de cómo gestionar mejor los tiempos, implementar las siguientes estrategias contribuirá sin duda a mejorar la eficiencia de nuestro desempeño laboral:
- Focaliza tus objetivos. Es el primer paso a dar dentro de la organización de tu tiempo, debes tener claras tus metas y canalizar tus esfuerzos en esa dirección, también es importante que te plantees objetivos alcanzables, es decir, deben estar dentro de tus posibilidades.
- Planifica la jornada de trabajo. Organiza tus tareas estableciendo prioridades. Debes tener claros los conceptos de importante y urgente. Se consideran importantes las tareas que por su relevancia deben ser realizadas, aunque no necesariamente deberán tener carácter urgente; son urgentes aquellas que deben ser realizadas con la mayor rapidez posible, siendo prioritarias. En primer lugar, deberás seleccionar las tareas importantes para a continuación realizar de entre ellas las urgentes.
- Dedica la cantidad de tiempo necesaria para cada actividad. Pasar “horas” en el puesto de trabajo no es sinónimo de haber realizado bien nuestra tarea, la jornada laboral es limitada, es decir, comprende un número de horas en las que deberemos realizar una serie de tareas, son las mismas para todos, entonces, ¿por qué el rendimiento de algunas personas es muy superior al de otras? Esto se debe a una mala planificación de los tiempos asignados a cada tarea. Planifica de forma realista el tiempo que debe durar cada tarea, e intenta ajustarte a él lo máximo posible.
- Introduce los descansos necesarios entre tareas. Son importantes para “descargar pilas” y evitar saturaciones. Poner en práctica la Técnica Pomodoro te puede ayudar, básicamente consiste en distribuir tus tareas en sesiones de trabajo no muy prolongadas separadas mediante descansos de corta duración. La eficacia de esta técnica radica en el aprovechamiento de nuestro tiempo de “atención plena” para maximizar los resultados. La mecánica sería la siguiente: distribuir la tarea en sesiones de trabajo de 25 minutos de duración, con nivel de concentración alto, intercalando descansos de 5 minutos entre sesión.
- Trabaja en equipo y delega responsabilidades. Pretender abarcarlo todo nos hace más débiles.
- Evita posponer aquellos trabajos que te resulten menos agradables. Procrastinar el trabajo desagradable hace que se acumule hasta el punto de convertirse en urgente. Es aconsejable realizar aquellas tareas que representen para nosotros mayor dificultad en primer lugar, para muchas personas las primeras horas de la mañana suelen ser el momento idóneo al disponer de mayor energía, tanto a nivel físico como mental.
- Evita aquellas actividades o acciones que te “roben” tiempo. Los “ladrones de tiempo” son uno de nuestros mayores enemigos a la hora de gestionar el tiempo porque directamente nos lo quitan. Podemos decir que son todas aquellas acciones o actividades que interrumpen nuestra tarea de trabajo en mayor o menor medida, van desde pequeñas interrupciones hasta otras más prolongadas que logran desconectarnos de nuestra actividad (llamadas telefónicas, charlas con los compañeros, revisar redes sociales…). El principal problema que plantean estos “altos” en nuestra actividad es la desconexión, ya que al tiempo que nos hacen perder debemos sumar el que tardamos en volver a recuperar nuestra concentración.
Las distracciones fuera de nuestros descansos pueden suponer grandes pérdidas de tiempo.
Conclusión
No se puede comprender un buen desempeño laboral sin una buena gestión del tiempo. Implementar estrategias e invertir en recursos que nos ayuden a optimizar nuestro tiempo es primordial si queremos conseguir calidad, eficiencia y productividad en nuestro desempeño laboral.
El tiempo es el recurso más valioso que poseemos y su valor reside en que es efímero, cuando lo utilizamos ya no lo podemos recuperar.
Bibliografía
- Wikipedia