Autores: Marcos Noval Fernández 1 y Sandra Fernández Sampedro 2.
Categoría: Electricista 1, Enfermera 2
El riesgo eléctrico nos referimos a la posibilidad de circulación de la corriente eléctrica a través del cuerpo. Debido a que la electricidad es el tipo de energía más utilizada, a veces no nos damos cuenta y olvidamos las medidas de prevención en cuanto a su uso. Enfermería como proveedora de cuidados del paciente requiere unos conocimientos básicos en la materia.
La mayoría de las quemaduras se producen en los domicilios. Las hay relacionadas con accidentes de tráfico, actividades laborales, lúdicas y debemos añadir a la lista de etiologías: las agresiones, atentados terroristas y guerras.
La valoración de la piel es primordial ya que es el órgano más grande del cuerpo, indispensable para la vida. La piel y sus derivados: cabello, uñas y glándulas sebáceas y sudoríparas, conforman el sistema tegumentario.
Las principales funciones de la piel son de: protección, termorregulación, homeostasis, eliminación, metabólica, inmunológica, endocrina, de relación sensorial y determina el aspecto físico humano. La cicatrización es un proceso de reparo o regeneración de un tejido alterado, dando como resultado final la formación de un tejido cicatricial o tejido igual al existente previo a la regeneración. La cicatrización puede ser por primera o segunda intención. Las fases son: desbridamiento, granulación, contracción, epitelización y maduración.
La quemadura se define como: la destrucción de los tegumentos, incluso de los tejidos subyacentes, bajo efecto de un agente térmico, eléctrico, químico o radiactivo. Por ejemplo, las quemaduras representan un 2% de los ingresos en las unidades de quemados de los hospitales y son más frecuentes en varones de 20 a 30 años.
La mayoría de las quemaduras eléctricas se producen en el ámbito laboral. Una actuación rápida y eficaz mejora los resultados postintervención del suceso o los previene. Muchas veces las lesiones se producen a causa de la ignorancia y la poca importancia que se le da a la electricidad. Sabemos que puede ser beneficiosa, pero si no se utiliza de manera correcta y con responsabilidad puede llegar a ser perjudicial.
A continuación, detallaremos la secuencia a seguir en caso de un contacto:
- Desconectar la corriente.
- Separar a la víctima de la fuente ayudándose de algo aislante.
- Llamar al 112 y valorar el estado de la víctima. El pronóstico de la misma dependerá del recorrido de la corriente eléctrica y la duración de la descarga.
- RCP si precisa.
- Cubrir los orificios de entrada y salida con apósitos estériles.
- Traslado urgente al hospital.