Autoras: Ana María Barrios Martínez (Auxiliar Administrativo), Rosa Mª Gutiérrez Tudela (Auxiliar Administrativo) y Mónica Fernández Monteserín (Auxiliar administrativo)
Para que un texto administrativo resulte coherente, es necesario evitar que la información que se incorpora en él resulte conflictiva.
Es importante el buen uso del vocabulario y la contextualización adecuada de la información. El contenido del texto siempre avanza desde la información que comparten emisor y receptor, hacia la información que resulta novedosa para este último.
Las funciones básicas para cualquier documento administrativo son la constancia y la comunicación.
Tipos de documentos: Ver Póster
Los documentos administrativos sirven para dejar constancia del acto realizado, ya que son prueba de su existencia y permiten su conservación. Además, acreditan los efectos del acto, que consisten en asegurar el cumplimiento de los derechos y deberes de los ciudadanos y la Administración.
También permiten la comunicación, porque son el instrumento para que la Administración pueda dar a conocer sus actos, tanto al ciudadano como a otros organismos públicos.
El contenido de un texto administrativo tiene que identificar con claridad a quienes intervienen en el acto que se recoge en el documento, además de facilitar la distinción del tipo de acto que se está llevando a cabo.
La estructura básica de un documento administrativo: Ver Póster