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Óscar Montes Fernández, Leticia Diez Feijoo. Técnicos en imagen para el Diagnóstico y Medicina Nuclear

Introducción
Los dosímetros personales son detectores de radiación ionizante que registran la dosis a la que está expuesto el trabajador, ya provenga de un equipo o de una fuente radiactiva.
Objetivo
El objetivo de los dosímetros está muy definido, ya que es registrar todas las dosis recibidas por el trabajador durante su jornada de trabajo, sea cual sea la fuente.
Metodología
Fuentes de información y estrategia de búsqueda bibliográfica en bases de datos especializadas y de datos generales como en el CSN y manuales de protección radiológica.
Resultados
Existen distintos tipos de dosímetros dependiendo de las zonas del cuerpo que queramos estimar:
– Dosímetro de solapa: se sitúa en el bolsillo del uniforme a la altura del tórax y se estima la totalidad del organismo.
– Dosímetro de muñeca o anillo: son portados por trabajadores que manipulan habitualmente fuentes radiactivas.
– Dosímetro de cristalino: se coloca lo más cerca posible al ojo expuesto y se engancha por ejemplo a unas gafas, a un gorro, con una cinta a la frente….
– Dosímetro de abdomen: es un dosímetro de solapa que se utiliza para trabajadoras gestantes expuestas y se coloca en el uniforme y por debajo del delantal plomado.
Los dosímetros cada cierto tiempo (habitualmente cada mes) son enviados a un centro para evaluar el grado de exposición del trabajador. Una vez hecha esa evaluación se indica si ha superado o no los límites de dosis establecidos.
Hay una clasificación para los trabajadores expuestos (los menores de 18 años no pueden tener asignadas tareas como trabajadores expuestos). Clasificación:
– Categoría A: son trabajadores que en el desarrollo de su trabajo es muy difícil que reciban dosis superiores a 6mSv. Los trabajadores de esta categoría están obligados a llevar dosímetros personales y a realizar análisis médicos periódicos.
– Categoría B: son trabajadores, que por su trabajo, es muy improbable que reciban dosis superiores a 6mSv y no requiere que porten dosímetros personales.
En cuanto al archivo y el registro de la documentación dosimétrica tiene que ser gestionado por el titular de instalación donde presten o hayan prestado el servicio el trabajador y hasta que el trabajador haya cumplido 75 años y que desde la fecha de cese del trabajador no hayan pasado menos de 30 años.
Conclusiones
Gracias a los dosímetros personales tenemos un control de las dosis a las que están sometidos los trabajadores y vemos que se cumplen los niveles de protección radiológica.
Hay que tener muy en cuenta que los dosímetros NO nos protegen de la radiación sino que su función es única y exclusivamente la de medir la radiación.