Índice
Autora:
Jessica Fuentes López. Enfermera
Introducción
Se llama Diabetes gestacional a la que se diagnostica por primera vez en el embarazo. A veces ya existía y no se había descubierto, pero lo más frecuente es que empiece y acabe con el embarazo.
Es la alteración metabólica más frecuente en la gestación. Se presenta entre el 5% y el 15% de las gestantes, aunque las cifras varían dependiendo de la zona geográfica y de los criterios usados para establecer el diagnostico.
Objetivo
El profesional sanitario de Enfermería debe facilitar la enseñanza y las herramientas necesarias para que la embarazada con Diabetes gestacional sepa correctamente realizar los controles de glucemia capilar en el embarazo y poder así corregir mediante la dieta prescrita y el tratamiento las alteraciones de glucemia que puedan surgir.
Métodos
Se ha realizado una revisión bibliográfica de las bases de datos secundarias de SciELO, Elsevier y Dialnet.
Resultados
La presencia de Diabetes gestacional en el embarazo es un trastorno leve para la madre, pero puede provocar complicaciones en el curso del embarazo y complicaciones importantes en el feto, de ahí la importancia de realizar un adecuado control de la glucemia durante este periodo.
El feto no es capaz de limitar la cantidad de glucosa que recibe a través de la placenta y si los niveles de la madre son altos, los del feto también lo serán. Este exceso de glucosa hace que el feto fabrique mucha insulina, porque en contra de lo que le ocurre a su madre, el páncreas del feto puede aumentar mucho la cantidad de insulina que produce. Es la insulina que sobra la que provoca la mayoría de las complicaciones tanto antes como después del parto.
Entre las muchas complicaciones que se producen encontramos las siguientes:
– Obesidad: El hijo de madre diabética pesa más de lo adecuado. Puede superar los 4 kilos de peso. Este peso no sería un problema si el crecimiento fuera normal, pero no lo es. No se trata de un feto grande sino de un feto gordo.
– Retraso en la maduración: De alguna manera es como si todo el esfuerzo que el cuerpo del feto emplea en engordar dejara de utilizarlo en madurar.
– Sufrimiento fetal: Los macrosómicos necesitan más cantidad de oxígeno que los fetos de peso normal y no siempre disponen de suficiente cantidad de reserva. Durante el embarazo o las contracciones del parto es más fácil que al feto le falte oxígeno.
– Otras: Hipoglucemia neonatal, policitemia, hipocalcemia, hiperbilirrubinemia, etc.
Además, los efectos pueden manifestarse a largo plazo porque se ha observado que es más frecuente que estos niños sean obesos en la infancia y también tengan diabetes al llegar a la edad adulta.
Conclusiones
Tanto las complicaciones que afectan directamente al feto como las que se dan en el embarazo pueden evitarse siempre y cuando la madre mantenga unos niveles de glucemia adecuados durante su etapa de embarazo. Para esto es imprescindible un seguimiento estrecho por parte del profesional de Enfermería que transmita correctamente todas las pautas que la madre ha de realizar.