Rosa Ana Fernández Piecho (celadora). José González Novoa (celador). Susana Menéndez Blanco (celadora).
Introducción
La Ley del Medicamento 25/1990, de 20 de diciembre y el Real Decreto 725/2003, de 13 de junio establecen que los hospitales con más de cien camas deben disponer de un servicio de farmacia, el cual está incluido en la dirección médica del hospital y bajo la titularidad y responsabilidad de un farmacéutico especialista en esta especialidad.
La farmacia hospitalaria es la responsable de seleccionar, preparar, dispensar y almacenar los medicamentos y tratamientos (intra y extrahospitalarios) requeridos por los facultativos y personal de Enfermería para los pacientes.
Este servicio además de la gestión se encarga de orientar a los sanitarios y usuarios sobre todo lo relacionado con los productos farmacéuticos (indicaciones, composición, posología, posibles efectos adversos, etc.). Asimismo, lleva a cabo actividades docentes; investigaciones vinculadas con fármaco-vigilancia y farmacocinética clínica.
Objetivos
Describir las funciones que deben realizar los celadores en una unidad de farmacia hospitalaria.
Metodología
El método seguido se basa en la revisión bibliográfica de las aportaciones de diversos autores incluidas en la revista médica Ocronos y en las webs dirigidas al colectivo de celadores de los últimos tres años.
Las palabras clave que hemos seleccionado para realizar este poster han sido: farmacia hospitalaria, funciones celador además de las combinaciones que hemos realizado con ambas.
Resultados
La unidad de farmacia está constituida por un equipo multidisciplinar, entre ellos se encuentran el farmacéutico especialista, enfermeros, técnicos en cuidados auxiliares de Enfermería y celadores.
Las funciones del celador están determinadas por los servicios que presta esta unidad en el conjunto del hospital. Entre ellas destacan:
• Admisión del material necesario para preparar los medicamentos y tratamientos demandados
• Movilizar, trasladar y transportar todos los componentes y objetos requeridos dentro de la unidad farmacéutica
• Distribuir desde materiales pesados y de gran volumen hasta la dispensación de unidosis /dosis día a las diferentes unidades del hospital
• Preparar y dispensar a otras áreas asistenciales el suero y el alcohol
• Ayudar en la conservación y custodia de los almacenes de farmacia
• Colaborar con los miembros del equipo de farmacia en los inventarios
Conclusión
Para mejorar las prestaciones de este servicio es preciso involucrar a todos los agentes implicados en la necesidad de una buena praxis profesional que reduzca los errores en todo el proceso, desde la elaboración hasta la distribución o almacenaje de los medicamentos.
Del mismo modo, las funciones que desarrollan los celadores en la farmacia hospitalaria contribuyen a facilitar el trabajo del resto de los integrantes del grupo y al buen funcionamiento de esta unidad.