María Paz Soto González
María Esther Fernández Menéndez
Nuria Llana Collado
Introducción
La primera definición que se conoce de la comunicación fue aportada por la UNESCO: se entiende por comunicación un proceso de interacción social, a través de un intercambio equilibrado de información y experiencia. Los profesionales Sanitarios y el Celador deben garantizar que las familias se encuentren preparadas y dispuestas para proporcionar el acompañamiento necesario para aliviar el sufrimiento del paciente.
Objetivos
Identificar la comunicación del Celador con la familia del paciente, ya que es un pilar importante para el paciente durante su hospitalización y el tratamiento dentro y fuera del hospital.
Metodología
Búsqueda en bases de datos como PubMed y Google Académico.
Resultado
Para establecer una buena relación de empatía y una comunicación adecuada con los familiares y con los pacientes es necesario tener en cuenta los siguientes factores:
– Léxico: usar un lenguaje adecuado, con palabras las cuáles se conozca su significado.
– Terminología Científica: evitar los términos médicos, puesto que la gente en general los desconoce.
– Expresión: hablar correctamente.
– Comentarios: evitar comentarios improcedentes e innecesarios.
– Atención: procurar mirar a la cara y atendiendo al paciente y familiares.
– Respeto: saber escuchar para después hablar.
Pero también existen barreras para una buena comunicación:
– Lenguaje: usando un lenguaje el cual no pueda descifrar.
– Fluidez verbal: hablar muy rápido, o muy lento.
– Momento: hablar en momentos inoportunos.
– Valoraciones: hacer juicios de valor.
– Sinceridad: la `percepción de que se ocultan temas, cambiando la conversación, etc.
– Discapacidades Físicas: sordera, ceguera, etc.
– Discapacidades Psíquicas: disminución de las capacidades intelectuales.
Conclusiones
El papel del Celador es muy importante en relación con la comunicación con la familia y los pacientes .Se abstendrán de hacer comentarios sobre diagnóstico, exploraciones y tratamientos que se estén realizando a los mismos, y mucho menos, informar sobre los pronósticos de su enfermedad, debiendo siempre orientar las consultas hacia el médico encargado.
Bibliografía
Manual Del Celador. EDITORIAL MAD.