Autora: María Belén de la Fuente González. Auxiliar Administrativo.
Introducción
El síndrome de burnout tiene multitud de acepciones: síndrome del quemado, síndrome de fatiga, síndrome de sobrecarga emocional, síndrome de desgaste profesional. Se le denomina como un tipo de estrés crónico en el ámbito laboral.
Objetivo
Para conseguir un buen funcionamiento del sistema sanitario debemos priorizar el cuidado de los recursos humanos. Los trabajadores, en el amplio concepto de la palabra, son el recurso más importante para conseguir, de forma unánime, que el sistema funcione correctamente.
Metodología
Para la elaboración del presente póster, se ha consultado revisiones bibliográficas sobre literatura científica existente y se han seleccionado artículos científicos con contenidos relacionados con el tema a tratar.
Desarrollo
Para conseguir una buena calidad de atención en el sistema sanitario es necesario que las personas que trabajan en él tengan una calidad de vida laboral óptima.
El síndrome de burnout es una de las patologías más frecuentes en los profesionales de la sanidad. Se da como consecuencia a la escasez de personal, sobrecarga laboral, turnicidad, trato con pacientes conflictivos, etc. Todo esto acarrea como consecuencia que el profesional proporcione un servicio deficiente, no realice bien sus funciones, tenga un mayor absentismo laboral.
Existen tres factores identificativos de este síndrome: Cansancio o agotamiento emocional, despersonalización y abandono de la realización personal.
Este síndrome es también considerado como estrés laboral crónico cuyos síntomas más específicos son las actitudes y sentimientos negativos hacia los compañeros e incluso hacia él mismo en su cometido como profesional.
Conclusión
Según la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (B.O.E. 10-11-1995) en base a las condiciones de trabajo puede ser susceptible la producción de riesgos laborales, de ahí la necesidad del diagnóstico y prevención para conseguir un entorno de trabajo más saludable y efectivo.