Autores:
Cristina Rollón Donaire (primera autora),
José Manuel Fernández González (segundo autor),
Ana Cristina Zapico Fernández (tercera autora).
Introducción
El término de Burnout fue propuesto en 1974 por Freudenberger, consistente en un cuadro sintomático que aparece en respuesta al estrés laboral crónico, el cual se compone de tres componentes: cansancio emocional, despersonalización y baja realización personal.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo define como “el resultado del estrés crónico en el lugar de trabajo” y ha reconocido el burnout como enfermedad tras la ratificación de la revisión número 11 de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud, entrando en vigor el 1 de enero de 2022.
Desarrollo
El síndrome de Burnout en los auxiliares administrativos de Sanidad se caracteriza por fatiga laboral, cansancio emocional, baja motivación y pérdida del sentimiento de realización personal.
Este tipo de patología ocurre en mayor medida donde el profesional tiene contacto permanente con usuarios o pacientes, como es el caso del auxiliar administrativo en Sanidad. Donde se ha de resolver las necesidades de los usuarios, ya sean de información o de resolución. En muchas ocasiones es el parapeto de quejas, enfados de pacientes y de sus acompañantes.
El trabajo ocupa una gran parte de la vida de una persona por las horas que destina a su jornada laboral.
El síndrome de burnout o síndrome del trabajador quemado suele aparecer cuando las exigencias del trabajo son desproporcionadas.
También cuando los trabajadores no sienten que se les conozca el esfuerzo que realizan en sus tareas o se encuentren en un ambiente laboral negativo o que haya conflictos.
Por último, empieza a surgir el deterioro psicofísico que caracteriza al síndrome de Burnout caracterizado por los siguientes componentes:
- Agotamiento emocional: El agotamiento emocional es un estado de extremo cansancio mental y emocional, que a menudo también se acompaña de la sensación de falta de fuerza física o falta de energía. Ese estado de desgaste extremo está provocado por un desbordamiento nuestros recursos emocionales y/o cognitivos.
- Despersonalización o deshumanización: Caracterizado por el desarrollo de actitudes negativas, insensibilidad hacia los receptores del servicio prestado y actitud negativa hacia los compañeros.
- Baja realización personal: Caracterizado por percibir el propio trabajo de manera negativa, generando insatisfacción y baja autoestima a nivel laboral.
Las medidas preventivas para que el personal auxiliar administrativo no desarrolle estrés crónico que derive en el síndrome de burnout:
- Priorizar y organizar el trabajo.
- Orientar la atención a lo que sí se puede hacer.
- Tomar conciencia de que no hay que exigirse más de lo que uno puede dar.
- Evitar seguir hablando de trabajo fuera de la jornada laboral.
- Priorizar y organizar tu trabajo.
- Practicar alguna técnica de relajación.
- Fomentar buena atmósfera laboral.
- Disfrutar de la familia y amigos.
Conclusión
La implicación de los auxiliares administrativos en Sanidad, donde su trabajo es en contacto directo con usuarios y pacientes, le lleva (debido a su empatía con las pacientes) a una sobrecarga psicológica que le afectará a su vida cotidiana. Lo que le hace vulnerable a padecer el síndrome de Burnout.
Se necesitaría una carga mental aceptable que causase un bajo nivel de estrés favoreciendo una motivación positiva, contribuyendo a la salud física y psíquica del personal administrativo.
Bibliografía
http://www.medicosypacientes.com/
https://amadag.com/ sindrome-de-burnout/?gclid=CjwKCAjw4ay UBhA4EiwATWyBrmPiv1 p8gu7MqO7 H0kTnZGpQ b0RQr3SR8qfOROW464 X9uXAjjTHukBoCPdEQAvD_BwE