Índice
Autora: Blanca Granda Rodríguez
Introducción
La etapa de la adolescencia es el periodo de transición, entre la niñez y la edad adulta. En esta etapa, se producen una serie de cambios muy importantes tanto a nivel físico como psíquico. Esto se produce aproximadamente, a partir de los 12 años en niñas, y los 14 años en niños.
Podemos clasificar la adolescencia en tres etapas:
Temprana (10-13 años). Empieza el desarrollo acelerado y aparecen los caracteres sexuales secundarios.
Media (14-16 años), corresponde a los estadios 3-5 de Tanner. Es la etapa de evolución máxima de crecimiento en altura, cambios de forma, composición corporal, y tiene lugar la menarquía, o la espermarquia, apareciendo el impulso sexual.
Tardía (17-20 años), se caracteriza por un crecimiento más lento ligado a la identificación sexual.
Objetivos nutricionales
Durante la adolescencia, es más difícil orientar y enseñar los buenos hábitos alimentarios a los jóvenes. Por este motivo, es importante dirigir campañas de educación alimentarias encaminadas a estas edades, desde los colegios o las instituciones de atención primaria, en colaboración con los centros docentes.
Promover la educación alimentaria y nutricional del joven, para que tome conciencia de la importancia de una alimentación saludable y equilibrada. Con unos buenos hábitos de alimentación bien asentados, permanecerán en la edad adulta.
Prevenir problemas relacionados con sobrepeso, obesidad, caries, trastornos de los comportamientos alimentarios (anorexia, bulimia).
Es importante, fomentar la práctica de ejercicio físico.
Una alimentación ajustada y variada, encaminada a cubrir sus necesidades energéticas como de crecimiento y desarrollo en esta etapa.
Es importante evitar carencias y desequilibrios de los nutrientes ingeridos. Un buen aporte de vitaminas y de minerales incidirán de forma positiva en el crecimiento y la maduración sexual del adolescente.
Recomendaciones
Evitar comidas de preparación rápida.
Se deben realizar 5-6 comidas al día, estableciendo unos horarios, sin saltarse ninguna, sobre todo el desayuno.
Es importante comer despacio y en compañía.
Limitar el consumo de refrescos azucarados, alcohol. El agua debe de ser la bebida de primera elección (de 1 a 1,5 litros diarios).
Carnes y derivados cárnicos: de 3 a 4 raciones a la semana. Preferentemente, carnes rojas por su elevado contenido en hierro y bajas en grasas saturadas. Es importante incluir una ración a la semana de hígado y limitar el consumo de embutidos.
Pescado: de 4 a 5 raciones semanales. Importante tanto el consumo de pescado blanco como azul. Aporta proteínas y son ricos en ácidos grasos. O-3
Legumbres: 3-4 raciones por semana.
Huevos: 2-3 unidades a la semana.
Frutas, verduras y hortalizas debe de ser a diario. Es importante que una de las comidas se incluya el consumo de verdura cruda en forma de ensalada.
Conclusión
Los adolescentes son fácilmente influenciables por su entorno. Suelen tener un amigo o amiga íntimos o grupo y los padres dejan de ser modelo a seguir para ellos como se producía en la infancia, ahora son los amigos. De las familias depende saber encontrar el equilibrio junto con ellos para su desarrollo integral como individuos.
Bibliografía
Aranceta J, Partearroyo T, López A, Ortega R, Varela G, Serra L et al. Collaborative group for the spanish population (SENC). Updating the food-based dietary guidelines for the spanish population: The spanish society of community nutrition (SENC) proposal. Nutrients (internet). 2019 (consultado 20 noviembre 2020); 11(11) : disponible en https://www.ncbi.nlm.nih.gov/ pmc/articles/PMC6893611/