Índice
Autora:
Jessica Fuentes López. Enfermera
Introducción
La Diabetes Mellitus tipo 1 o Infanto-Juvenil constituye una de las enfermedades crónicas más comunes en niños y adolescentes, representando un importante problema de salud.
Según los últimos datos registrados su incidencia está aumentando especialmente en niños, a un ritmo aproximado de 3% por año.
Es una enfermedad de tipo autoinmune que se desencadena debido a una producción inadecuada de insulina que elaboran las “células Beta” de los islotes de Langerhans del páncreas, a un defecto en la acción o a una mala utilización por parte de los tejidos o ambas circunstancias a la vez.
La principal manifestación es la hiperglucemia debido a un metabolismo inadecuado de los hidratos de carbono. La hiperglucemia se produce con valores superiores a 126 mg/dl en sangre capilar en ayunas o superiores a 200 mg/dl transcurridas 2 horas tras la ingesta de alimentos.
Aparte de eso se produce también polifagia, polidipsia, poliuria y una astenia mayor de lo habitual.
En el caso de que no se controle adecuadamente la enfermedad, esta hiperglucemia crónica se asocia a largo plazo con daños y complicaciones en muchos casos irreversibles.
Los órganos especialmente afectados son los ojos, los riñones, el corazón, el sistema nervioso y los vasos sanguíneos.
Estos daños pueden mermar la autonomía e incapacitar al niño de cara al futuro.
Objetivo
El papel del profesional de Enfermería en la consulta consistirá entre otras cosas en detectar síntomas y signos de alarma para poder realizar un diagnóstico en fases tempranas de la enfermedad minimizando así las complicaciones asociadas al desarrollo de la diabetes.
Material y métodos
Revisión bibliográfica PubMed
SCIELO
Elsevier
CINAHL
Resultados
El buen control de la enfermedad por parte del niño dependerá en gran parte de la labor de la Enfermería en el campo de la educación.
Por tanto, la educación diabetológica es la primera línea de actuación, buscando siempre promover la autonomía y mejorar la calidad de vida del niño y su familia.
El adiestramiento comienza en la fase de hospitalización y es fundamentalmente en la consulta de endocrino, donde habrá un contacto más estrecho con el profesional y se desarrollará la mayor parte de la intervención. Es imprescindible que el niño conozca y aprenda a manejar su enfermedad. Se trata de que tome un papel activo, para que él pueda detectar y corregir las complicaciones que puedan surgir.
Además de esto, el tratamiento descansa en otros dos pilares básicos: administración de insulina y ejercicio. Éstas dos anteriores y junto a algo no menos importante como es la presencia de apoyo psicoemocional por parte de su entorno más cercano ayudará al niño a tener una mejor adherencia al tratamiento y a las normas de alimentación.
Conclusiones
La aparición de la diabetes en el niño supone una fuente estresora y de preocupación muy importante para el niño y sus progenitores, lo cual hace que sea necesario un correcto soporte y atención por parte de los profesionales de Enfermería que atienden a dicho paciente y a su entorno.
Es muy importante que la enfermera sepa enseñar, motivar, resolver dudas, y detectar dificultades a lo largo del proceso de aprendizaje y manejo de la enfermedad.
La correcta enseñanza al paciente y a su familia disminuirá la morbilidad y mortalidad de estos pacientes de cara al futuro.